Cada minuto cuenta

¿Parece poco verdad? Casi insignificante. Pero en un minuto pueden pasar muchas cosas. Sesenta segundos. Setenta latidos. Veinte respiraciones. O veinte momentos que te dejan sin aliento. Y es que a veces... con un minuto es suficiente. Suficiente para enamorarte, para desengañarte. Para arrepentirte. Para estar seguro. Para recordar.

Sesenta segundos bastan, para darte cuenta de si algo, o alguien, merece la pena.

No you can´t always get what you want




... but you can try

Todo

Todo pasa y todo queda.Todo se transforma. Todos se transforman.Todo es relativo. Efímero, fugaz.

De imprescindible a inoportuna. Porque hace un instante me echabas de menos, y ahora parece que me echas de más. Debe ser cierto que del amor al odio hay sólo un paso. Y tu has cogido carrerilla.

Descubrir lugares fascinantes y otros que no lo son tanto. Descubrirte a tí mismo, y sorprenderte. Disfrutar. Contemplar, conocer y comprender. Relajarte. Y echar de menos.

Llueve sobre mojado

Hoy, aunque el sol abrase, también llueve. Llueve a mares. Y te mojas. Pero no importa. Te encanta la lluvia, te reconforta, te hace sentir bien. A pesar de eso, te empeñas en buscar el sol, en alejarte, te guareces de la lluvia y de todo lo que trae consigo. Déjalo, no puedes con ello. La tormenta te acabará atrapando.

``Y, después de llover, un relámpago va deshaciendo la oscuridad con besos, que antes de nacer, morirán´´

Puestos a estar

En realidad, yo no quería ser. Pero puesto
que estaba ahí… Puestos a estar,
con las estrellas. SER STAR. Atacado
de descreimiento absoluto, el arte es,
sobre todo, mi espacio de resistencia.
El espacio de la autenticidad del artificio,
del engaño, de lo ilusorio, de la simulación,
de lo intersticial, ese espacio, abierto
o cerrado, en el que como no puedo dejar de ser,
casi consigo no ser nada.


María Vela Zanetti

Indecisión

Should I stay or Should I go?

A decir verdad...

Hay verdades ocultas, que muy pocos conocen. Hay secretos a gritos, que nos empeñamos en no escuchar ( aunque no siempre seamos nosotros quienes nos tapamos los oídos). A veces preferimos vivir engañados a aceptar la realidad.


Pero, aunque no quieras buscarla, la verdad te acaba encontrando. Y la mayoría de las veces, duele.